Nuestra Semana Santa 2022
- pjesusnazarenoatas
- 18 abr 2022
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 3 may 2022
Con amor vivimos nuestra Semana Santa al recordar y reflexionar mucho la Pasión de nuestro Señor Jesucristo en estos tiempos difíciles que el mundo está viviendo en la actualidad. Siempre viendo en los demás el rostro de Dios.

Comenzando con el Domingo de Ramos la cual da inicio a la Semana Santa donde nos recuerda la Entrada triunfal de Jesús a Jerusalén.

Nos recuerda San Lucas en el Evangelio que se recita en la bendición de palmas, Jesús mandó a sus discípulos cerca de Betfagé y a Betania por los Montes de los Olivos, que vallase a la casería que estaba enfrente de ellos y que encontrarían un burrito y se lo llevaran a Él y que si preguntaran el por que lo desatarían les respondiesen ´El Señor lo necesita´, y así pasó.
Después Jesús montó en el burrito y avanzaron y cuando seguían avanzando la multitud tapizaba el camino con mantos, al llegar más cerca del Monte, la multitud alaba a Dios diciendo: "¡Bendito el rey que viene en nombre del Señor! ¡ Paz en el cielo, y gloria en las alturas!" Así mismo nosotros con nuestros ramos bendecidos y junto a la procesión hacemos el camino donde Jesús recorrió y la multitud, su pueblo, lo alaba con cánticos y salmos.

Al igual el Padre José Manuel, nos da la importancia de vivir este momento, ya que Jesús sabia lo que se acercaba. Juntos seguíamos preparándonos para ese momento. Entonces con este momento nos recuerda la entrada de Jesús, con alegría, perseverancia y asume a su significado: es una anticipación profética de la <<gloria>> futura del siervo Yahvé, que deberá ser primero y la cual pasara su Pasión.


Durante los días Lunes Santo, Martes Santo y Miércoles Santo seguíamos en oración a través de los Laudes y Eucaristía antes de iniciar el Triduo Pascual.
El Jueves Santo nos recuerda el Evangelio qué escribió según San Juan cuando Jesús ya sabia que tenia que pasar de este mundo al Padre, quiso celebrar con los discípulos la Pascua (La Última Semana). Pero en esta ocasión el Evangelio del día nos enfoca más al lavatorio de pies, que representa y manifiesta el amor y servicio para el bien igual de los demás.


Entonces Jesús, como modelo de amor a los demás, nos enseña la humildad y serviciales a los demás demostrando los siervos e hijos de Dios la fidelidad de Jesús en el amor. Cuando hacemos estos actos con nuestros hermanos damos una limpieza no en el pie, si no en el corazón. Limpiando todo malo que halla dentro de ella, y Jesús nos dice en el mismo Evangelio: "Les he dado ejemplo para lo que Yo he echo con ustedes, también ustedes lo hagan" (Jn 13, 15), y es ahí nos da la lección del mandamiento: "Amense unos a otros como Yo les he amado".

Después del momento de celebrar la Última Cena y el Lavatorio de Pies como representación por el día, vino la Adoración, donde nos recuerda cuando Jesús oró en el Huerto de Getsemaní. Don de con Él nos quedamos a orar, desvelarnos a estar con Él, a como el les dijo a sus discipulos: "Oraren y no entren en tentación." (Mt. 26, 40; Mc. 14, 32)

¡No hay que caer en tentación! y estar siempre en vigilancia.
El Viernes Santo fue el momento más triste para la Iglesia, Jesús muere por nosotros.





Nos recuerda los momentos dolorosos que Jesús pasó cuando fue llevado a crucificar, reflexionando cada momento vinculándole con la Sinodalidad.



"Precisamente por eso, Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente." (Hebreos 5, 7).


Jesús nos había prometido que volvería después de la muerte, es por eso que el Viernes Santo se viste de luto pero el Sábado Santo nos llenamos de esperanza esperando su resurrección. Es por eso que vivimos nuestra Vigilia Pascual.


Jesús es la luz del mundo, e ilumina nuestro camino. El resucita, el es Dios junto al Padre y al Paráclito. Nos da sentido de vivir, motor de nuestros sentidos.

Y después de una larga espera Jesús resucita de entre los muertos y abre una nueva etapa donde ya los hombres son salvados y liberados de la esclavitud del pecado ¡Que inmenso amor de nuestro Padre, al dar a su único Hijo por nosotros, su creación.
¡Felices fiestas de Pascuas! Amen, Aleluya. ¡Cristo ha resucitado!
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